Su nombre era Isabel Ovín, tenía 26 años y se matriculó en 1913 en la Universidad de Sevilla. Ese curso compartió estudio con otras dos mujeres en una licenciatura en la que entraron 152 hombres. Un año después, era la única que quedaba en las aulas. Ostenta la proeza y el privilegio de haber sido la primera mujer que se licenció en Ciencias Químicas en España. Lo hizo en 1917.
Pero sus alumnos de Carmona no la recuerdan por aquello. Ha quedado en la memoria de sus estudiantes como "una profesora nata y disciplinada, de una inteligencia privilegiada, a la que muchas generaciones de carmonenses debemos sincera admiración y profundo agradecimiento y afecto". Son las palabras de Manuel Losada Villasante, científico eminente y Príncipe de Asturias de Investigación y Técnica en 1995 que añade: "sólo puedo decir que, después de dudar de si yo servía para estudiar, me hizo tan atractivas y comprensibles las ciencias, que jamás encontraría después en ellas antipatía ni obstáculo durante mi carrera".
Maestros eran sus padres y maestra terminó ella. Su padre, Don Vicente, que murió cuando Isabel tenía 4 años. Y su madre, Doña Purificación que, al verse viuda, se convirtió en dama de compañía de la marquesa de las Torres y más tarde, de la casa de Gregorio Marañón. Ella estudio en la Escuela Superior de Maestras y gracias a su magisterio, la primera Asociación de Mujeres del pueblo lleva su nombre. "La recuerdo de negro, muy guapa, así, peinada con pelo corto, a la manera antigua". Es la imagen de Isabel Ovín que tiene Dolores Roldán, la primera presidenta de esta asociación, quien recuerda que fue una alumna de Ovín, ya fallecida, la que sugirió su nombre. "La recordaban como muy buena maestra, muy preocupada por la educación de las niñas".
Su intención fue irse a Madrid a cursar la Cátedra. Pero su madre enfermó y ella volvió a su pueblo. Desde entonces su vida trascurrió en Carmona y Sevilla, donde llegó a ser directora del Instituto Murillo en 1941. Interrumpidas sus aspiraciones universitarias, sí fue capaz de convertirse en la primera concejala mujer del Ayuntamiento de Carmona entre 1927 y 1929. "No sé como se lo permitieron –comenta Roldán- pero debía ser una mujer de carácter y probablemente con mucha más formación de la que tenían muchos en el Ayuntamiento. Era una adelantada a su tiempo".
En esto coincide Isabel Rodríguez Blanco, profesora que recuperó la figura de Ovín para un trabajo en la Facultad de Educación. "Desde luego que era una adelantada a su tiempo. Y además una maestra muy buena: con todos los que hablé cuando hice mi trabajo la describían como una profesora seria, estricta, cariñosa y muy religiosa. Y las actas de inspección del Ministerio dan fe de ello", explica.
"Isabel Ovín no tenía hermanos, ni se casó ni tuvo hijos. Y murió en Carmona con 85 años al cuidado de una de sus alumnas" comenta Rodríguez Blanco. Pero su labor docente de más de cuatro décadas no cayó en saco roto. No sólo recibió el agradecimiento de sus estudiantes sino que fue distinguida con la Cruz de Alfonso X El Sabio en 1954. En su discurso, extendió el premio a "todos los maestros" orgullosa porque "también se agradece el trabajo escondido".
Las dificultades que tuvo que pasar Isabel Ovín durante sus estudios en la facultad, su vida política y su vida personal se pueden intuir. Pero ya no hay nadie que las pueda detallar. Si en algún momento se planteó carrera científica, no se sabe. Pero sí se sabe que se entregó a su labor de maestra en cuerpo y alma.
Este año, año de la química, parece un buen momento para recordar que Isabel Ovín fue la primera mujer que estudió y se licenció en Ciencias Químicas en toda España, contribuyendo a esa veta abierta por otras tantas mujeres que se atrevieron a pensar que su camino pasaba por el estudio y la Ciencia.
fuente: AndaluciaInvestiga.com
Maestros eran sus padres y maestra terminó ella. Su padre, Don Vicente, que murió cuando Isabel tenía 4 años. Y su madre, Doña Purificación que, al verse viuda, se convirtió en dama de compañía de la marquesa de las Torres y más tarde, de la casa de Gregorio Marañón. Ella estudio en la Escuela Superior de Maestras y gracias a su magisterio, la primera Asociación de Mujeres del pueblo lleva su nombre. "La recuerdo de negro, muy guapa, así, peinada con pelo corto, a la manera antigua". Es la imagen de Isabel Ovín que tiene Dolores Roldán, la primera presidenta de esta asociación, quien recuerda que fue una alumna de Ovín, ya fallecida, la que sugirió su nombre. "La recordaban como muy buena maestra, muy preocupada por la educación de las niñas".
Su intención fue irse a Madrid a cursar la Cátedra. Pero su madre enfermó y ella volvió a su pueblo. Desde entonces su vida trascurrió en Carmona y Sevilla, donde llegó a ser directora del Instituto Murillo en 1941. Interrumpidas sus aspiraciones universitarias, sí fue capaz de convertirse en la primera concejala mujer del Ayuntamiento de Carmona entre 1927 y 1929. "No sé como se lo permitieron –comenta Roldán- pero debía ser una mujer de carácter y probablemente con mucha más formación de la que tenían muchos en el Ayuntamiento. Era una adelantada a su tiempo".
En esto coincide Isabel Rodríguez Blanco, profesora que recuperó la figura de Ovín para un trabajo en la Facultad de Educación. "Desde luego que era una adelantada a su tiempo. Y además una maestra muy buena: con todos los que hablé cuando hice mi trabajo la describían como una profesora seria, estricta, cariñosa y muy religiosa. Y las actas de inspección del Ministerio dan fe de ello", explica.
"Isabel Ovín no tenía hermanos, ni se casó ni tuvo hijos. Y murió en Carmona con 85 años al cuidado de una de sus alumnas" comenta Rodríguez Blanco. Pero su labor docente de más de cuatro décadas no cayó en saco roto. No sólo recibió el agradecimiento de sus estudiantes sino que fue distinguida con la Cruz de Alfonso X El Sabio en 1954. En su discurso, extendió el premio a "todos los maestros" orgullosa porque "también se agradece el trabajo escondido".
Las dificultades que tuvo que pasar Isabel Ovín durante sus estudios en la facultad, su vida política y su vida personal se pueden intuir. Pero ya no hay nadie que las pueda detallar. Si en algún momento se planteó carrera científica, no se sabe. Pero sí se sabe que se entregó a su labor de maestra en cuerpo y alma.
Este año, año de la química, parece un buen momento para recordar que Isabel Ovín fue la primera mujer que estudió y se licenció en Ciencias Químicas en toda España, contribuyendo a esa veta abierta por otras tantas mujeres que se atrevieron a pensar que su camino pasaba por el estudio y la Ciencia.
fuente: AndaluciaInvestiga.com
1 comentario:
Ojalá un día Carmona rinda merecido homenaje a esta señora ejemplar y luchadora, una adelantada a su época amante de su trabajo y dispuesta al sacrificio y entrega por sus alumnas. Se lo merece por tanto como dio. Por su humildad y sencillez.
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