José Luis Rodríguez Zapatero va va a pasar a la historia como el presidente al que le da igual 8 que 80 o el que si le pone barba, San Antón, y si no, la Purísima Concepción. Se le llena la boca hablando de derechos y luego lleva a cabo el recorte social más brutal de la historia de la democracia.
Dice defender la socialdemocracia y el bienestar pero en los últimos meses ha hecho suyas las propuestas neoliberales más duras de los últimos decenios diciendo que así defiende a los trabajadores: ha privatizado y bancarizado las cajas de ahorros para satisfacer a los banqueros, han tomado decisiones fiscales reaccionarias que han costado un dineral a las arcas del estado, ha facilitado la evasión fiscal de los ricos, de los bancos y las grandes empresas mientras que se niega a poner en marcha planes efectivos de lucha contra el fraude fiscal, ha recortado gastos allí donde más lo sufren las clases trabajadoras, ha anunciado recortes en las pensiones recurriendo a los mentirosos argumentos que viene utilizando la banca para poder quedarse con el ahorro de los trabajadores, ha hecho una reforma laboral que es la que más derechos laborales limita en toda la historia de la democracia, le ha regalado un pastel publicitario de docenas de miles de millones de euros a las televisiones privadas.
Habla mucho de igualdad pero no cumple ni las leyes de igualdad que él mismo llevó al Parlamento, por ejemplo, no elaborando el análisis del impacto de género de las medidas que toma contra la crisis; se jacta de sus leyes sociales, como las de dependencia, pero no toma medidas fiscales adecuadas para financiarlas; y su mandato va a terminar con un incremento impresionante de la desigualdad de género porque su lucha contra la crisis, por decirlo de alguna manera, comporta un sesgo masculino muy negativo para las mujeres.
Para colmo, el gran defensor de la alianza de civilizaciones ha apoyado las medidas xenófobas del presidente francés contra los gitanos, además de atacar en plan machista a la comisaria de justicia europa que tuvo agallas de decirle las cosas claras a Sarkozy ... seguir leyendo
fuente: Juan Torres López
Dice defender la socialdemocracia y el bienestar pero en los últimos meses ha hecho suyas las propuestas neoliberales más duras de los últimos decenios diciendo que así defiende a los trabajadores: ha privatizado y bancarizado las cajas de ahorros para satisfacer a los banqueros, han tomado decisiones fiscales reaccionarias que han costado un dineral a las arcas del estado, ha facilitado la evasión fiscal de los ricos, de los bancos y las grandes empresas mientras que se niega a poner en marcha planes efectivos de lucha contra el fraude fiscal, ha recortado gastos allí donde más lo sufren las clases trabajadoras, ha anunciado recortes en las pensiones recurriendo a los mentirosos argumentos que viene utilizando la banca para poder quedarse con el ahorro de los trabajadores, ha hecho una reforma laboral que es la que más derechos laborales limita en toda la historia de la democracia, le ha regalado un pastel publicitario de docenas de miles de millones de euros a las televisiones privadas.
Habla mucho de igualdad pero no cumple ni las leyes de igualdad que él mismo llevó al Parlamento, por ejemplo, no elaborando el análisis del impacto de género de las medidas que toma contra la crisis; se jacta de sus leyes sociales, como las de dependencia, pero no toma medidas fiscales adecuadas para financiarlas; y su mandato va a terminar con un incremento impresionante de la desigualdad de género porque su lucha contra la crisis, por decirlo de alguna manera, comporta un sesgo masculino muy negativo para las mujeres.
Para colmo, el gran defensor de la alianza de civilizaciones ha apoyado las medidas xenófobas del presidente francés contra los gitanos, además de atacar en plan machista a la comisaria de justicia europa que tuvo agallas de decirle las cosas claras a Sarkozy ... seguir leyendo
fuente: Juan Torres López
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