La Alianza Española Contra la Pobreza, formada por más de 800 asociaciones y colectivos españoles, sindicatos, ONGD, organizaciones ecologistas, de mujeres, de profesionales, de jóvenes y otros movimientos y redes ciudadanas, llamamos a la ciudadanía a movilizarse a favor de la lucha contra la pobreza y la desigualdad.
De los últimos seis años en que hemos convocado a la ciudadanía contra la pobreza el estallido de la crisis actual ha sido, tal vez, el fenómeno más relevante. Esta crisis se ha medido únicamente por sus aspectos financieros, sin contemplar como ha afectado a cientos de millones de personas, que se han vuelto más vulnerables económica, ecológica y socialmente. La crisis está en todas partes y en todas las bocas.
Pero la pobreza no está en crisis. El número de personas que viven en pobreza extrema ha aumentado hasta alcanzar la cifra de 1.400 millones. Ya son casi 1.000 millones las que pasan hambre a diario. Y la pobreza no cesa de crecer a la par que las desigualdades. Hoy en día el 1% de la población mundial controla el 50% de la riqueza y el 20 % consume el 80% de los recursos.
La Cumbre de Nueva York del pasado mes de septiembre, ha evidenciado que los gobiernos de los países desarrollados no han cumplido con sus compromisos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Incluso en Europa, 80 millones de personas viven en situación de pobreza y exclusión social. Un cuarto mundo en el primer mundo, que convive con la opulencia en condiciones inaceptables. Los derechos sociales, económicos, laborales y ambientales de millones de personas se han visto recortados por unos gobiernos acorralados por las Instituciones Financieras Internacionales que han sembrado deuda ilegítima en innumerables países empobrecidos.
Las medidas anunciadas hasta ahora por el conjunto de países más poderosos son meros parches que se dirigen sólo a las consecuencias de la crisis y no cuestionan el modelo estructural que la ha causado. Los planes gubernamentales se empeñan en seguir adelante con el actual modelo económico de producción y consumo desenfrenado que ahondan en la crisis, perpetúan la pobreza y ponen en serio peligro la vida en el planeta, como lo ha demostrado el hecho que la comunidad internacional se mostrara incapaz de luchar eficazmente contra el cambio climático. En este contexto, la ciudadanía europea sigue pidiendo un compromiso claro de sus dirigentes políticos por unas políticas de ayuda oficial al desarrollo más eficientes y mejor dotadas. Tan importante como la ayuda al desarrollo, está la necesidad de revisar las políticas –migratorias, comerciales, militares, económicas, laborales, etc.- que crean pobreza en nuestro país y más allá de sus fronteras.
Por todo lo anterior los gobiernos deben responder y asumir su responsabilidad de la lucha contra la pobreza y por ello pedimos al gobierno español que:
1. Lleve a cabo políticas coherentes con el desarrollo sostenible y humano, cumpliendo todo lo acordado en el Pacto de Estado contra la Pobreza y asuma el compromiso de alcanzar el 0,7% en el 2015 de la Renta Nacional Bruta para ayuda oficial al desarrollo.
2. Anteponga el cumplimiento de los Derechos Humanos por encima de los intereses económicos y comerciales y elimine los abusos a las personas que viven en pobreza, así como que promueva el derecho a un trabajo digno, mediante su inclusión en los Acuerdos Internacionales.
3. No se perjudique a los países del Sur imponiendo acuerdos comerciales que les empobrecen y que revise también la deuda externa, que carga excesivamente a estos países, impidiendo el progreso hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
4. Regule los mercados financieros y controle a las instituciones financieras, que han debilitado las economías de todos los países y han causado la crisis actual, imponiendo para ello una tasa a las transacciones financieras internacionales y eliminando los paraísos fiscales
5. Ante la sociedad española, promueva una reflexión sobre nuestro modelo actual de producción y consumo, y refuerce los valores de solidaridad, igualdad y justicia. Que adopte las medidas necesarias para luchar contra el cambio climático y se garantice la sostenibilidad ambiental, e impulse el valor de la cooperación frente a la competitividad y la especulación.
La lucha contra la pobreza es responsabilidad de todos y todas. Debemos exigir a los Gobiernos el cumplimiento de sus compromisos en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Pero la ciudadanía debe exigirse a sí misma coherencia y solidaridad porque el cambio global que necesitamos sólo será posible gracias a la suma de los cambios individuales que nos lleven a una universalización de los derechos y a un desarrollo sostenible. Las políticas de nuestros estados y las acciones individuales deben de estar alineadas con valores de justicia, igualdad y solidaridad con los más empobrecidos.
No dejes que la pobreza se alimente más de la crisis: ¡Rebélate contra la pobreza!
Madrid, 17 de Octubre 2010
Pero la pobreza no está en crisis. El número de personas que viven en pobreza extrema ha aumentado hasta alcanzar la cifra de 1.400 millones. Ya son casi 1.000 millones las que pasan hambre a diario. Y la pobreza no cesa de crecer a la par que las desigualdades. Hoy en día el 1% de la población mundial controla el 50% de la riqueza y el 20 % consume el 80% de los recursos.
La Cumbre de Nueva York del pasado mes de septiembre, ha evidenciado que los gobiernos de los países desarrollados no han cumplido con sus compromisos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Incluso en Europa, 80 millones de personas viven en situación de pobreza y exclusión social. Un cuarto mundo en el primer mundo, que convive con la opulencia en condiciones inaceptables. Los derechos sociales, económicos, laborales y ambientales de millones de personas se han visto recortados por unos gobiernos acorralados por las Instituciones Financieras Internacionales que han sembrado deuda ilegítima en innumerables países empobrecidos.
Las medidas anunciadas hasta ahora por el conjunto de países más poderosos son meros parches que se dirigen sólo a las consecuencias de la crisis y no cuestionan el modelo estructural que la ha causado. Los planes gubernamentales se empeñan en seguir adelante con el actual modelo económico de producción y consumo desenfrenado que ahondan en la crisis, perpetúan la pobreza y ponen en serio peligro la vida en el planeta, como lo ha demostrado el hecho que la comunidad internacional se mostrara incapaz de luchar eficazmente contra el cambio climático. En este contexto, la ciudadanía europea sigue pidiendo un compromiso claro de sus dirigentes políticos por unas políticas de ayuda oficial al desarrollo más eficientes y mejor dotadas. Tan importante como la ayuda al desarrollo, está la necesidad de revisar las políticas –migratorias, comerciales, militares, económicas, laborales, etc.- que crean pobreza en nuestro país y más allá de sus fronteras.
Por todo lo anterior los gobiernos deben responder y asumir su responsabilidad de la lucha contra la pobreza y por ello pedimos al gobierno español que:
1. Lleve a cabo políticas coherentes con el desarrollo sostenible y humano, cumpliendo todo lo acordado en el Pacto de Estado contra la Pobreza y asuma el compromiso de alcanzar el 0,7% en el 2015 de la Renta Nacional Bruta para ayuda oficial al desarrollo.
2. Anteponga el cumplimiento de los Derechos Humanos por encima de los intereses económicos y comerciales y elimine los abusos a las personas que viven en pobreza, así como que promueva el derecho a un trabajo digno, mediante su inclusión en los Acuerdos Internacionales.
3. No se perjudique a los países del Sur imponiendo acuerdos comerciales que les empobrecen y que revise también la deuda externa, que carga excesivamente a estos países, impidiendo el progreso hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
4. Regule los mercados financieros y controle a las instituciones financieras, que han debilitado las economías de todos los países y han causado la crisis actual, imponiendo para ello una tasa a las transacciones financieras internacionales y eliminando los paraísos fiscales
5. Ante la sociedad española, promueva una reflexión sobre nuestro modelo actual de producción y consumo, y refuerce los valores de solidaridad, igualdad y justicia. Que adopte las medidas necesarias para luchar contra el cambio climático y se garantice la sostenibilidad ambiental, e impulse el valor de la cooperación frente a la competitividad y la especulación.
La lucha contra la pobreza es responsabilidad de todos y todas. Debemos exigir a los Gobiernos el cumplimiento de sus compromisos en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Pero la ciudadanía debe exigirse a sí misma coherencia y solidaridad porque el cambio global que necesitamos sólo será posible gracias a la suma de los cambios individuales que nos lleven a una universalización de los derechos y a un desarrollo sostenible. Las políticas de nuestros estados y las acciones individuales deben de estar alineadas con valores de justicia, igualdad y solidaridad con los más empobrecidos.
No dejes que la pobreza se alimente más de la crisis: ¡Rebélate contra la pobreza!
Madrid, 17 de Octubre 2010
fuente: Attac y Forges
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