Un ex trabajador, ex delegado sindical y ex miembro del consejo general de Caixa de Girona, Ricard Mués, ha presentado en un juzgado de Barcelona una querella contra el actual director general de Política Financiera de la Generalitat, Jordi Oliva, y el anterior, Ferran Sicart .
La querella argumenta que hay un delito de "prevaricación continuada" en la responsabilida
d de estos dos altos cargos, por no haber impuesto sanciones a los antiguos dirigentes de Caixa de Girona a pesar de que una inspección iniciada por la misma dirección general y que el semanario EL TRIÁNGULO hizo pública en julio del año pasado, había detectado graves irregularidades en la gestión de la entidad, que el año pasado fue absorbida por La Caixa debido al gran agujero económico que arrastraba.
La inspección encargaba por el departamento de Economía de la Generalitat, señalaba varias malas prácticas, en algún caso incluso vulnerando la Ley financiera, por parte del ex presidente de la entidad de ahorros, Arcadi Calzada, y otros miembros de la antigua cúpula dirigente, como el ex presidente de la Comisión de Control de Caixa de Girona, Salvador Carrera, marido de la actual consejera de Enseñanza, Irene Rigau.
Entre otros, en los informes de inspección se detectaba que varios miembros del consejo de administración habían utilizado la entidad para encargar trabajos a negocios particulares controlados directa o indirectamente por ellos, como es el caso del mismo Calzada, que hizo adquirir en la caja y especialmente a su fundación numerosas obras plásticas gestionadas a través de la galería de arte que posee en Olot. O, en el caso de Carrera, se detectó que la gran mayoría de trabajos de Imprenta que encargaba la Fundación Caixa de Girona se facturaron a una empresa del hermano de su esposa.
Otra de las irregularidades detectadas es que la entidad no tenía miramientos a la hora de otorgar créditos y préstamos a miembros de su consejo, otra práctica expresamente prohibida por la Ley: En este capítulo hay que situar el caso de Jaume Torremadé (UDC), el nuevo alcalde de Salt, vocal durante los últimos años del Consejo de Administración de Caixa de Girona, responsable de la tramitación de un préstamo concedido a su partido que presentó retrasos en el pago durante el año 2008 y también era titular de una cuenta corriente en el que se detectaban a menudo situaciones de descubierto, unos hechos que, según la legislación, la inhabilitó para ejercer responsabilidades en el consejo.
Sin embargo, la dirección general de Política Financiera terminó archivando el acta de inspección sin imponer sanción, después de que Caixa de Girona presentara unas alegaciones en las que se indicaba que se habían implantado "medidas correctoras" para que no se volvieran a repetir las irregularidades. Entonces al frente de la entidad financiera ya no había Calzada sino su sucesor, Manel Serra.
Mueso, que hace años ya presentó varias denuncias contra los ex altos cargos de Caixa de Girona, quiere ahora que los que él considera "responsables de una gestión caótica" que ha sido en gran parte la causa "del agujero económico de la caja, se en salgan sin castigo por el solo hecho que desde la entidad se diga que a partir de ese momento harán bondad ".
El autor de la querella indica que se ha visto abocado a acudir a los juzgados después de que en los últimos meses se ha dirigido por carta a la Dirección General de Política Financiera-que depende del departamento de Economía-pidiendo una entrevista para reclamar que se depuren responsabilidades a fondo en el caso de Caixa de Girona, pero que no ha obtenido ningún tipo de respuesta.
fuente:Sirius
Foto:Elperiodico.com
La querella argumenta que hay un delito de "prevaricación continuada" en la responsabilida
d de estos dos altos cargos, por no haber impuesto sanciones a los antiguos dirigentes de Caixa de Girona a pesar de que una inspección iniciada por la misma dirección general y que el semanario EL TRIÁNGULO hizo pública en julio del año pasado, había detectado graves irregularidades en la gestión de la entidad, que el año pasado fue absorbida por La Caixa debido al gran agujero económico que arrastraba.La inspección encargaba por el departamento de Economía de la Generalitat, señalaba varias malas prácticas, en algún caso incluso vulnerando la Ley financiera, por parte del ex presidente de la entidad de ahorros, Arcadi Calzada, y otros miembros de la antigua cúpula dirigente, como el ex presidente de la Comisión de Control de Caixa de Girona, Salvador Carrera, marido de la actual consejera de Enseñanza, Irene Rigau.
Entre otros, en los informes de inspección se detectaba que varios miembros del consejo de administración habían utilizado la entidad para encargar trabajos a negocios particulares controlados directa o indirectamente por ellos, como es el caso del mismo Calzada, que hizo adquirir en la caja y especialmente a su fundación numerosas obras plásticas gestionadas a través de la galería de arte que posee en Olot. O, en el caso de Carrera, se detectó que la gran mayoría de trabajos de Imprenta que encargaba la Fundación Caixa de Girona se facturaron a una empresa del hermano de su esposa.
Otra de las irregularidades detectadas es que la entidad no tenía miramientos a la hora de otorgar créditos y préstamos a miembros de su consejo, otra práctica expresamente prohibida por la Ley: En este capítulo hay que situar el caso de Jaume Torremadé (UDC), el nuevo alcalde de Salt, vocal durante los últimos años del Consejo de Administración de Caixa de Girona, responsable de la tramitación de un préstamo concedido a su partido que presentó retrasos en el pago durante el año 2008 y también era titular de una cuenta corriente en el que se detectaban a menudo situaciones de descubierto, unos hechos que, según la legislación, la inhabilitó para ejercer responsabilidades en el consejo.
Sin embargo, la dirección general de Política Financiera terminó archivando el acta de inspección sin imponer sanción, después de que Caixa de Girona presentara unas alegaciones en las que se indicaba que se habían implantado "medidas correctoras" para que no se volvieran a repetir las irregularidades. Entonces al frente de la entidad financiera ya no había Calzada sino su sucesor, Manel Serra.
Mueso, que hace años ya presentó varias denuncias contra los ex altos cargos de Caixa de Girona, quiere ahora que los que él considera "responsables de una gestión caótica" que ha sido en gran parte la causa "del agujero económico de la caja, se en salgan sin castigo por el solo hecho que desde la entidad se diga que a partir de ese momento harán bondad ".
El autor de la querella indica que se ha visto abocado a acudir a los juzgados después de que en los últimos meses se ha dirigido por carta a la Dirección General de Política Financiera-que depende del departamento de Economía-pidiendo una entrevista para reclamar que se depuren responsabilidades a fondo en el caso de Caixa de Girona, pero que no ha obtenido ningún tipo de respuesta.
fuente:Sirius
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