La Sauceda fue en siglos pasados un refugio de bandoleros y desahuciados, palabra ésta de la que se dice que viene su nombre. Destruido y asolado durante la Guerra Civil, las cabañas e instalaciones de este poblado forestal, son hoy un núcleo recreativo ambiental con posibilidad de alojamiento. Este sendero, recomendable en primavera por el colorido rosa que le dan los rododendros florecidos, resulta curioso por la coincidencia de su trazado con el límite de las provincias de Cádiz y Málaga.
Partiremos de las casas de la Sauceda, por el camino que hay en la margen derecha del arroyo de la garganta de Pasada Llana. Este camino está rodeado de un espeso alcornocal cubierto de sotobosque que lo cierra, y es de gran belleza y riqueza ecológica. Al llegar a una pronunciada curva a la derecha para llegar a la ermita, y antes de cruzar el río, el sendero continúa de frente y nosotros con él todo su curso para acceder al collado del Puerto del Roble, donde encontraremos otro carril que deberemos tomar a la derecha, para pasar por una fuente de ricas aguas y continuar ascendiendo hasta llegar a un punto donde el camino cambia de inclinación y comienza a descender con una espléndida vista. Este será nuestro punto de ataque al pico El Aljibe, con 1.092 metros es la culminación del itinerario. Desde su cima, en días claros, pueden observarse, además de numerosos pueblos de ambas provincias las primeras estribaciones del Rif, ya en el continente africano.
La descripción del paisaje se compone de barrancos densamente poblados por alcornoques y quejigos que captan la humedad y la lluvia de las brisas oceánicas. Arbustos, helechos y rocas tapizadas de verde musgo decoran el interior de un bosque encantador, del que emergen altaneros riscos con personalidad propia.
Luminosos claros formados por “lagunas”, “albinas”, “hoyos” y “bujeos”; orlados por fresnos y acebuches que perfumados con la fragancia de la menta poleo, se alternan con la espesura hasta superar los mil metros en las cumbres del Campo de Gibraltar siendo último balcón de la Serranía de Ronda, sobre las que el águila orgullosa risquea oteando sus dominios.
Mientras la “herriza”, (tupido matorral de brezos, refugio del sagaz lince), se cubre de flores otoñales, un sin fin de pequeños manantiales que alimentan “canutos” y “gargantas” flanqueados por restos de “Laurisilva” “formación selvática relicta originada bajo condiciones tropicales existentes en otra era), en los que el corzo y el ciervo sobreviven con su fino sentido. “Paredes” y “caserones”; sugerentes ruinas que la Foresta engulle como algo suyo, se reparten entre el bosque y la pradera, allí donde la Natura propició lo necesario.... y algo más para vivir.
Con la destreza del azor, el sarcasmo del arrendajo y la juguetonería de la nutria. La Sauceda ostenta el precioso récord de ser el lugar mejor conservado de los más densamente humanizados de la historia por descubrir de Andalucía.
Fuente: Ayuntamiento Cortes de la Frontera
La descripción del paisaje se compone de barrancos densamente poblados por alcornoques y quejigos que captan la humedad y la lluvia de las brisas oceánicas. Arbustos, helechos y rocas tapizadas de verde musgo decoran el interior de un bosque encantador, del que emergen altaneros riscos con personalidad propia.
Luminosos claros formados por “lagunas”, “albinas”, “hoyos” y “bujeos”; orlados por fresnos y acebuches que perfumados con la fragancia de la menta poleo, se alternan con la espesura hasta superar los mil metros en las cumbres del Campo de Gibraltar siendo último balcón de la Serranía de Ronda, sobre las que el águila orgullosa risquea oteando sus dominios.
Mientras la “herriza”, (tupido matorral de brezos, refugio del sagaz lince), se cubre de flores otoñales, un sin fin de pequeños manantiales que alimentan “canutos” y “gargantas” flanqueados por restos de “Laurisilva” “formación selvática relicta originada bajo condiciones tropicales existentes en otra era), en los que el corzo y el ciervo sobreviven con su fino sentido. “Paredes” y “caserones”; sugerentes ruinas que la Foresta engulle como algo suyo, se reparten entre el bosque y la pradera, allí donde la Natura propició lo necesario.... y algo más para vivir.
Con la destreza del azor, el sarcasmo del arrendajo y la juguetonería de la nutria. La Sauceda ostenta el precioso récord de ser el lugar mejor conservado de los más densamente humanizados de la historia por descubrir de Andalucía.
Fuente: Ayuntamiento Cortes de la Frontera
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