Francisco J. Lopez Martin
El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en España es uno de los más bajos de la Europa de nuestro entorno, 633,3 euros. La media mensual de 14 pagas anuales elevaría la media mensual a 738,9 euros. La Europa del Este cuenta con Salarios mínimos aún más bajos, pero en la Europa de los 15, sólo Portugal cuenta con un Salario Mínimo Interprofesional inferior, 734,2 euros.
Es cierto que el SMI afecta a pocos trabajadores y trabajadoras a tiempo completo, pero ese número aumenta cuando incluimos a trabajadoras del hogar o que trabajan a tiempo parcial.
Uno de los compromisos del Gobierno Zapatero fue precisamente mejorar el SMI. Desde 2004 el SMI comienza a ganar poder adquisitivo, pasando de 475,6 euros en 2004 a 633,3 en 2010. Sin embargo, con la llegada de la crisis el poder de compra del SMI se ha congelado, especialmente por la subida del IPC en el año 2010. A pesar de las mejoras acumuladas entre 2004 y 2009, desde el año 2007 el SMI ha ido perdiendo peso sobre el Salario Medio y se ha alejado del objetivo europeo de alcanzar el 60% del Salario Medio neto. De hecho en 2010 ha caído hasta el 41,1% del Salario medio neto, situado en 1.681,49 euros anuales.
El Gobierno se había comprometido a alcanzar los 800 euros de Salario Mínimo Interprofesional en la actual legislatura. La crisis puede convertirse en la excusa recurrente para incumplir el compromiso. Por eso, tanto UGT, como CCOO, hemos instado al Gobierno a incrementar el SMI hasta los 684 euros brutos mensuales en 2011, con el objetivo de acercarse en 2012 al compromiso adquirido.
Así se lo planteamos directamente al Ministro de Trabajo el pasado 14 de Diciembre. Pese a ello, el Gobierno ha elaborado un proyecto de Real Decreto que limita el crecimiento del SMI a un 1%, cuando la previsión de inflación más optimista se sitúa en un 1,5%. El Salario Mínimo perderá, por tanto, poder adquisitivo.
El Gobierno ignora el reciente informe del Comité Europeo de Derechos Sociales del Consejo de Europa, que el 17 de diciembre señalaba que España no se adapta a la Carta Social Europea en materia de Salarios justos y “decentes”, de forma que el Salario Mínimo español es considerado manifiestamente injusto, situándose muy lejos del 60% del salario medio.
Aumentan nuestras diferencias son Europa, la desigualdad en España y las dificultades para asegurar la cohesión social. Algo que España no puede permitirse y, menos aún, en tiempos de crisis.
El Gobierno haría bien en reconsiderar un planteamiento injusto, antisocial y, en términos económicos, absolutamente inútil, que juega a favor de la crisis y no frente a ella.
Se trata, en estos momentos de fortalecer la actividad económica, el empleo y la cohesión social. Algo que la propuesta del gobierno en materia de SMI no garantiza en modo alguno.
Uno de los compromisos del Gobierno Zapatero fue precisamente mejorar el SMI. Desde 2004 el SMI comienza a ganar poder adquisitivo, pasando de 475,6 euros en 2004 a 633,3 en 2010. Sin embargo, con la llegada de la crisis el poder de compra del SMI se ha congelado, especialmente por la subida del IPC en el año 2010. A pesar de las mejoras acumuladas entre 2004 y 2009, desde el año 2007 el SMI ha ido perdiendo peso sobre el Salario Medio y se ha alejado del objetivo europeo de alcanzar el 60% del Salario Medio neto. De hecho en 2010 ha caído hasta el 41,1% del Salario medio neto, situado en 1.681,49 euros anuales.
El Gobierno se había comprometido a alcanzar los 800 euros de Salario Mínimo Interprofesional en la actual legislatura. La crisis puede convertirse en la excusa recurrente para incumplir el compromiso. Por eso, tanto UGT, como CCOO, hemos instado al Gobierno a incrementar el SMI hasta los 684 euros brutos mensuales en 2011, con el objetivo de acercarse en 2012 al compromiso adquirido.
Así se lo planteamos directamente al Ministro de Trabajo el pasado 14 de Diciembre. Pese a ello, el Gobierno ha elaborado un proyecto de Real Decreto que limita el crecimiento del SMI a un 1%, cuando la previsión de inflación más optimista se sitúa en un 1,5%. El Salario Mínimo perderá, por tanto, poder adquisitivo.
El Gobierno ignora el reciente informe del Comité Europeo de Derechos Sociales del Consejo de Europa, que el 17 de diciembre señalaba que España no se adapta a la Carta Social Europea en materia de Salarios justos y “decentes”, de forma que el Salario Mínimo español es considerado manifiestamente injusto, situándose muy lejos del 60% del salario medio.
Aumentan nuestras diferencias son Europa, la desigualdad en España y las dificultades para asegurar la cohesión social. Algo que España no puede permitirse y, menos aún, en tiempos de crisis.
El Gobierno haría bien en reconsiderar un planteamiento injusto, antisocial y, en términos económicos, absolutamente inútil, que juega a favor de la crisis y no frente a ella.
Se trata, en estos momentos de fortalecer la actividad económica, el empleo y la cohesión social. Algo que la propuesta del gobierno en materia de SMI no garantiza en modo alguno.
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