J.A. Pina
Ilustra muy bien el ascenso de la extrema derecha en Europa, Hungría, dirigida por el primer ministro nacionalista y ultraconservador Viktor Orban, ha accedido a la presidencia de la U.E. el 1 de enero. Este país asiste a una radicalización derechista de su sociedad. La fiebre populista utilizada por el partido Fidesz (dos tercios del parlamento) ha favorecido el auge del partido xenófobo y de extrema derecha, Jobbik, tercera fuerza política del país que con presencia en el Parlamento europeo.
Ilustra muy bien el ascenso de la extrema derecha en Europa, Hungría, dirigida por el primer ministro nacionalista y ultraconservador Viktor Orban, ha accedido a la presidencia de la U.E. el 1 de enero. Este país asiste a una radicalización derechista de su sociedad. La fiebre populista utilizada por el partido Fidesz (dos tercios del parlamento) ha favorecido el auge del partido xenófobo y de extrema derecha, Jobbik, tercera fuerza política del país que con presencia en el Parlamento europeo.
A diferencia de Austria en el año 2000, cuando el partido de Jörd Haider entró en el gobierno, no se ha tomado ninguna sanción en la U.E. Sin embargo las primeras medidas decididas por Orban son antidemocráticas, limitando las competencias del Tribunal constitucional y la libertad de los medios de comunicación. Violando la carta europea de los derechos fundamentales, el 1 de enero, se promulgó una ley que censura la prensa : multas por informaciones parciales, levantamiento del secreto de las fuentes periodísticas y creación de un consejo de los medios de comunicación, auténtico brazo armado del ejecutivo.
fuente: L´Humanite
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