El próximo domingo 29 de julio a las 12 de la mañana tendrá lugar la Eucaristía y posterior bendición del Columbario Parroquial Nuestro Padre Jesús Nazareno en la iglesia de san Bartolomé.
Con este nuevo espacio la corporación nazarena recupera la labor de dar enterramiento adecuado a sus cofrades como una de las principales razones existencia, según se recoge desde sus primeras reglas de 1597 y se ha venido manteniendo hasta hace algunas décadas. En esta nueva etapa la Parroquia y la Hermandad dispondrán conjuntamente el columbario a fin de ampliar al mayor número de fieles la posibilidad de descansar eternamente en él bajo los pies de sus titulares.
Para ello durante los últimos tres meses se ha venido trabajando en la adecuación de la cripta que la corporación posee bajo su capilla. Este espacio desde su origen ha sido un ámbito destinado al óbito y en él se recogen los restos de cientos de sus hermanos. Dichas labores han consistido en la mejora del acceso, la iluminación, la ventilación y la seguridad. Si bien la principal novedad ha sido la creación de un mueble de mármol con cabida para cerca de quinientas urnas que está compuesto por múltiples loculi y un cinerario.
Del mismo modo, aprovechando el cierre de la capilla se han llevado a cabo otras labores de adecentamiento del inmueble, siendo destacable los trabajos de albañilería y pintura en capilla y sacristía, así como la limpieza superficial y el estudio de restauración de sus retablos.
En palabras del hermano mayor, Fernando Correa, “recuperar el enterramiento era una obligación moral para nuestra Hermandad. Con esta bendición se pone fin a uno de nuestros mayores anhelos ‘dar sepultura al difunto’ como nuestra principal obra de misericordia”.
Para ello durante los últimos tres meses se ha venido trabajando en la adecuación de la cripta que la corporación posee bajo su capilla. Este espacio desde su origen ha sido un ámbito destinado al óbito y en él se recogen los restos de cientos de sus hermanos. Dichas labores han consistido en la mejora del acceso, la iluminación, la ventilación y la seguridad. Si bien la principal novedad ha sido la creación de un mueble de mármol con cabida para cerca de quinientas urnas que está compuesto por múltiples loculi y un cinerario.
Del mismo modo, aprovechando el cierre de la capilla se han llevado a cabo otras labores de adecentamiento del inmueble, siendo destacable los trabajos de albañilería y pintura en capilla y sacristía, así como la limpieza superficial y el estudio de restauración de sus retablos.
En palabras del hermano mayor, Fernando Correa, “recuperar el enterramiento era una obligación moral para nuestra Hermandad. Con esta bendición se pone fin a uno de nuestros mayores anhelos ‘dar sepultura al difunto’ como nuestra principal obra de misericordia”.
fuente:HdadNtroPadre
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