sábado, 7 de marzo de 2009

Día de la mujer - Mujer, empleo y protección social




El 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Esta “celebración” fue establecida por las Naciones Unidas en el año 1975, aunque hasta llegar a eso, tuvieron que transcurrir muchos años y muchas luchas, y lo que es peor, bastantes muertes de mujeres.

Y aunque parezca extraño, muchos de los motivos por los que lucharon todas aquellas mujeres (y bastantes hombres también, justo es decirlo) siguen vigentes hoy en día.

La historia de esa lucha viene de lejos, de muy lejos, casi todos los historiadores coinciden en apuntar a la Revolución Francesa como el germen de la lucha de las mujeres por conseguir los mismos derechos que los hombres. No hay que olvidar que la consigna “libertad, igualdad y fraternidad” fue el pistoletazo de salida de la lucha de un sector que desde siempre había visto como sus derechos no es que estuviesen recortados, es que no existían.

Ahí, en Francia, en plena revolución, comienza la cruzada de las que se dio en llamar “sufragistas” o "locas sufragistas", como las calificaban despectivamente, todo porque pretendían una reforma social, económica, y política que les diera el derecho a ser personas en la misma medida que los varones y en la misma medida también, el derecho al voto.

La industrialización y las sucesivas guerras, trajo consigo el auge de la mano de obra femenina, puesto que los hombres estaban luchando y la industria cada vez necesitaba más manos para producir se fueron incorporando las mujeres, sobre todo en el sector textil.

Las condiciones laborales, la negativa a concederles el voto, los bajos salarios y la explotación las empujó a manifestarse por las calles, y por primera vez un 8 de marzo de 1857, miles de mujeres de fábricas textiles de Nueva York organizan una marcha en protesta por los bajos salarios (entre un 60 y un 70% más bajos que los de los hombres) y las condiciones inhumanas de trabajo. La policía no sólo dispersó a las manifestantes, las detuvo y a instancias de los empresarios, algunas fueron torturadas, la osadía se pagó cara.

1859, las supervivientes, se reunieron de nuevo, desafiando las burlas e insultos, y fundaron un sindicato.

8 de marzo de 1907, 52 años más tarde, Nueva York vuelve a ser testigo de las protestas de más de 15.000 mujeres trabajadoras.

8 de marzo de 1908, 40.000 mujeres, costureras de las industrias textiles se declaran en huelga; exigen mejores salarios, reducción de la jornada laboral a 10 horas, tiempo de lactancia, y rechazo al trabajo infantil, además del derecho a poder afiliarse a sindicatos. Fueron 13 semanas de pasar hambre, y de soportar todo tipo de ataques pero no cedieron. En la fabrica Cottón Textile Factory de Nueva York, los dueños deciden encerrar a las mujeres en la fabrica para que no se unan a la huelga, y (aquí ya surgen dos versiones), una que se declaró un incendio fortuito, otra que los mismos empresarios enfurecidos, prendieron fuego a la fabrica, lo cierto, es que 129 mujeres murieron abrasadas, dentro, en su lugar de trabajo. Otros, dicen que este hecho no fue real basándose en que el 8 de marzo de ese año cayó en domingo, como si por aquel entonces el domingo no fuera un día como otro cualquiera para trabajar, y por tanto laborable. Estos, los que dicen que no existió, no obstante hablan de otro suceso parecido que aconteció 3 años después, el 25 de marzo de 1911, La Triangle Shirtwaist Company, otra empresa textil que mantenía cerrada sus puertas con llave para asegurarse que sus empleadas no se movían de su puesto de trabajo, y de paso que no robaran nada, se incendió, en la octava planta del edificio, como siempre, las puertas estaban cerradas y de este modo, se labró el destino de las trabajadoras. Los testigos vieron desde la calle como las mujeres lanzaban las mejores telas por las ventanas, y pensaban que estaban intentando salvarlas del fuego, pero después vieron horrorizados como saltaban, intentando caer sobre ellas para salvar la vida. En tan solo 30 minutos murieron 146 trabajadoras.

1910, se celebra en Dinamarca la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, y a propuesta de Clara Zetkin, se decide declarar ese día como de jornada de lucha por los derechos de las mujeres.

19 de marzo de 1911, se celebra por primera vez el Día Internacional de la Mujer Trabajadora en países como Suiza, Alemania, Austria, Dinamarca, en los mítines se exigía el derecho al voto, el derecho en igualdad de condiciones a la educación, o a poder ostentar cargos, y a la no discriminación. Para uno de estos mítines, Rosa de Luxemburgo escribió una proclama.

De 1913 a 1914 las mujeres fueron las que más protestaron contra la guerra.

8 de marzo de 1917, las mujeres rusas se declaran en huelga en demanda de pan y paz, a los pocos días el Zar abdica y el gobierno provisional les concede el derecho al voto.

A partir de entonces, todos los años, cada día 8 de marzo, ha estado marcado porque las mujeres han salido a la calle, a luchar en defensa de sus derechos, en todos los países, hasta que en 1975 la Asamblea General de Naciones Unidas establece el 8 de marzo como Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.

Sería absurdo pensar que a estas alturas se ha conseguido todo, ni mucho menos, sigue habiendo discriminación laboral, siguen existiendo diferencias salariales, sigue existiendo acoso sexual, por no hablar de los sangrantes casos de violencia machista, pero, al menos en los países del llamado primer mundo hemos avanzado, aunque la lucha, por supuesto no ha terminado, y si para nosotras/os no ha terminado, que decir de las mujeres del tercer mundo, para ellas aún no ha empezado. Por desgracia, ellas no tienen ni siquiera la posibilidad de declararse en huelga (¿en huelga de qué?) para ellas, el poder dar de comer a sus hijos y comer ellas mismas ya representa una lucha, perdida en muchas ocasiones, por no hablar de lapidaciones, ablaciones y… etc.

Por tanto, sigamos en la lucha, pero no olvidemos a esas otras mujeres que no tienen, no solo derechos, sino que ni siquiera existen, y somos nosotros, ciudadanas y ciudadanos del primer mundo los que tenemos que luchar por que se les reconozca, al menos, el derecho a existir.

8 marzo 2009.

CELEBRANDO, CONMEMORANDO, REIVINDICANDO...


fuente: Área de la Mujer Comercio y Hostelería CCOO - Sevilla

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