Ya nuestros tatarabuelos eran tan consientes de la necesidad de vivir en equilibrio con la naturaleza que tenían muy presente las condiciones climáticas de cada zona. En concreto, aquí en el sur, con este lorenzo tan insolente, se solía amortiguar los calores veraniegos con diversos remedios: calles estrechas, toldos, gazpacho, botijo, y sobre todo... sombra, toda la posible.
A. Vista aerea de la calle Bernardo Enrique Cerezo
Todos hemos visto en nuestras calles esos casi centenarios árboles, generalmente naranjos, porque están muy adaptados a nuestro clima. Sin embargo en pleno siglo XXI, cuando ya sólo los más recalcitrantes intereses económicos dudan del cambio climático de origen antropogénico, debido al abuso de combustibles fósiles y la insaciable tala de árboles como materia prima, he aquí un ejemplo de la más increible paradoja: el socialista alcalde de Carmona, Antonio Cano, ingeniero y funcionario, de alto nivel, tanto en Carmona como en Aguas del Huesna, ha acometido la reurbanización de una añeja entrada a la ciudad, justo la que utilizaba el antiguo tren de Los Rosales.
Es tan ecologista que ha iniciado el primer tramo del "carril bici" de Carmona. Pero se ha olvidado de... los árboles, han talado una decena de árboles de medio siglo y han hormigonado completamente las aceras para que sea imposible volver a plantar árboles en una de las principales avenidas de entrada a la monumental ciudad.
Pero seguro que lo arreglará: con 120.000 euros (20 MM) puede invitar a Al Gore para resarcir su imagen de “verdugo de árboles”.
Francisco Avila Rivas
(ex-concejal de Turismo y Conservación del Patrimonio Natural e Histórico de Carmona desde 1995 a 2003)
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Estado actual de la calle Bernardo Enrique Cerezo - 19-01-09
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