Hablando con la gente, hacen una reflexión sobre la comunidad valenciana, que me deja atónito “La Comunidad de Valencia está muy mal, porque está llena de corrupción, les han robado con descaro, sólo han hecho fuegos de artificio y fantasmadas y encima los valencianos una y otra vez les dan la mayoría absoluta, ¿Sabes que te digo?, que se jodan”.
Esta reflexión en distintas formas es algo generalizado en todo el Estado, aunque les suene muy fuerte a los valencianos. Esto me ha llevado a reflexionar sobre la Comunidad Valenciana.
Hasta hace poco, los halagos hacia los políticos valencianos era generalizadas. Rajoy en la campaña de 2008, decía “el modelo de Francisco Camps es el modelo que yo quiero aplicar al gobierno de España”, o el candidato a las elecciones andaluzas por el PP, Javier Arenas “gobernar no es gastar más, sino gastar mejor. Gobernar es imitar a Camps”. Sin embargo, ¡cómo cambian los tiempos! Ni Rajoy, ni Arenas ya hablan de Camps. Es más, algún dirigente popular recientemente decía: “si fuéramos una caja de ahorros, ya nos habría intervenido el Banco de España”.
Estamos asistiendo a todo tipo de corrupciones, desde el caso Fabra en Castellón. Emarsa, Gurtel, Urdangarín, en Valencia. El caso Brugal en Alicante, que ha acabado en convertir a esta comunidad en una cloaca de corrupción política. Como dice un empresario “Valencia es lo peor de lo peor, la imagen que tenemos en el resto de España, no nos beneficia nada”.
Me resulta difícil de comprender, cómo conociéndose desde hace tiempo todos estos casos de corrupción político-económica y los que quedan por salir ¿cómo la gente sigue votando a los mismos? Como consecuencia de todo esto, la solución de la comunidad valenciana es muy complicada. Si siguiéramos el modelo que ahora quiere imponer el PP en las cuentas del estado, todos sus dirigentes en Valencia estarían en la cárcel.
Valencia gozaba de un poder económico muy importante, tenían la tercera Caja del país, Bancaja con sede en Valencia. La cuarta Caja del país era Caja de Ahorros del Mediterráneo con sede en Alicante. A esto, había que añadir, que tenían un banco mediano como era el Banco de Valencia. Es decir, financieramente era una comunidad potente.
¿Cuál es la realidad actual?
Los valencianos no sé si se han dado cuenta, pero todo su poder financiero ha desaparecido. Bancaja se unió con Cajamadrid para no ser intervenida y formaron Bankia, que acabará siendo absorbida por la Caixa. Así que de Bancaja olvídense. La CAM, que según palabras del presidente del Banco de España, Fernández Ordóñez “era lo peor de lo peor” fue intervenida y posteriormente vendida al Banco de Sabadell al precio de un euro. El banco de Valencia ha sido intervenido y será vendido al mejor postor, al precio simbólico de un euro.
Todo esto es consecuencia de la pésima gestión de sus dirigentes políticos, que han convertido a la comunidad en un solar financiero.
El desarrollo económico tampoco es para echar cohetes, pues no está entre las mejores comunidades españolas. Tiene tasas de paro superiores a la media nacional, con un sector industrial en pleno declive. Su renta per cápita es el 89% y con tendencia decreciente. Las denostadas agencias Moody´s y Fitch califican como bono basura los vehículos financieros de la Generalitat, lo cual imposibilita que se pueda financiar.
Su deuda hasta ahora reconocida, supera los 62.000 millones de euros. Han desarrollado una política fiscal insensata, con un apoyo descarado a las clases ricas y debido a la crisis del ladrillo, sus ingresos han caído de forma muy notable. Comprobamos diariamente como no tienen dinero ni para las cuestiones más básicas de funcionamiento.
La Generalitat valenciana fue la primera, que puso en práctica las teorías sanitarias neoliberales, privatizando muchos servicios y gestionando parte de la sanidad pública a través de empresas como Ribera Salud, que al igual que en la Comunidad de Madrid, dan un mal servicio, siendo mucho más caro. Los sueños neoliberales de los políticos del Partido Popular por ustedes elegidos y alabados por Rajoy, ya ven a donde les han llevado.
Dos aspectos quisiera analizar: en primer lugar, un tema que ha sido bandera del PP valenciano, el agua. Su actuación me ha parecido de una demagogia increíble, pero no sólo han sido los populares sino también el PSOE valenciano. El agua es un problema general de toda la cuenca del Mediterráneo y más que lo será debido al cambio climático.
Bajo el lema “Agua para todos” supieron movilizar a la sociedad valenciana. Detrás estaba todo un entramado de intereses económicos bastante ajenos al agua, siendo su tema central el trasvase del Ebro. Este en simplemente irrealizable porque nunca les va a aportar agua ya que no la tiene. A eso hay que añadir su inviabilidad económica y ambiental.
La alternativa al déficit de agua pasa por otros parámetros, como son el desarrollo sostenible de la comunidad y no por urbanizaciones, campos de golf etc. Una mejor utilización de los recursos disponibles con prácticas de ahorro, limpieza y depuración. Desarrollo de los procesos de desalación y el cierre de miles de pozos que se usan de manera ilegal, sacando agua de los acuíferos y la recuperación de los espacios acuáticos y humedales que son los auténticos pulmones del agua.
El segundo aspecto a analizar es la educación valenciana, que está viviendo estos días momentos convulsos ante la falta de inversión pública, debido a las deudas escandalosas a este servicio por parte de la Generalitat. La caída de la inversión educativa en la comunidad en los tres últimos años ronda el 20% muy por encima del resto del Estado. Este recorte lleva camino de ser todavía mayor. Cada vez es menor el porcentaje de dinero por alumno, en 2011, fue de 4.124 euros estando en la media española, pero con un retroceso del 11,8% respecto al año 2009 ¿qué futuro tienen los valencianos si se recorta educación y el I+D+I?
No sé si los valencianos han seguido el juicio a Camps. Yo he sentido vergüenza de que un gobierno regional pueda estar en manos de estos personajes melifluos, donde confunden los intereses públicos con sus intereses privados. Como dice Camps, se siente liberado y exculpado porque sus ciudadanos, en mayo de 2011, le volvieron a votar mayoritariamente. Ha sido tal la impunidad y la chapucería con la que han actuado que resulta difícil de entender.
¿Algún valenciano podría explicar esto de Camps y el Partido Popular y que se le siga votando mayoritariamente, cuando toda la gente sabía que pasaba?
Yo no estoy de acuerdo con la primera expresión del inicio de mi artículo, pero sí que todos los valencianos deben hacer una profunda reflexión de su historia reciente y sacar conclusiones. De todo corazón os deseo lo mejor, en estos tiempos tan difíciles que nos toca vivir.
fuente:NuevaTribuna
Esta reflexión en distintas formas es algo generalizado en todo el Estado, aunque les suene muy fuerte a los valencianos. Esto me ha llevado a reflexionar sobre la Comunidad Valenciana.
Hasta hace poco, los halagos hacia los políticos valencianos era generalizadas. Rajoy en la campaña de 2008, decía “el modelo de Francisco Camps es el modelo que yo quiero aplicar al gobierno de España”, o el candidato a las elecciones andaluzas por el PP, Javier Arenas “gobernar no es gastar más, sino gastar mejor. Gobernar es imitar a Camps”. Sin embargo, ¡cómo cambian los tiempos! Ni Rajoy, ni Arenas ya hablan de Camps. Es más, algún dirigente popular recientemente decía: “si fuéramos una caja de ahorros, ya nos habría intervenido el Banco de España”.
Estamos asistiendo a todo tipo de corrupciones, desde el caso Fabra en Castellón. Emarsa, Gurtel, Urdangarín, en Valencia. El caso Brugal en Alicante, que ha acabado en convertir a esta comunidad en una cloaca de corrupción política. Como dice un empresario “Valencia es lo peor de lo peor, la imagen que tenemos en el resto de España, no nos beneficia nada”.
Me resulta difícil de comprender, cómo conociéndose desde hace tiempo todos estos casos de corrupción político-económica y los que quedan por salir ¿cómo la gente sigue votando a los mismos? Como consecuencia de todo esto, la solución de la comunidad valenciana es muy complicada. Si siguiéramos el modelo que ahora quiere imponer el PP en las cuentas del estado, todos sus dirigentes en Valencia estarían en la cárcel.
Valencia gozaba de un poder económico muy importante, tenían la tercera Caja del país, Bancaja con sede en Valencia. La cuarta Caja del país era Caja de Ahorros del Mediterráneo con sede en Alicante. A esto, había que añadir, que tenían un banco mediano como era el Banco de Valencia. Es decir, financieramente era una comunidad potente.
¿Cuál es la realidad actual?
Los valencianos no sé si se han dado cuenta, pero todo su poder financiero ha desaparecido. Bancaja se unió con Cajamadrid para no ser intervenida y formaron Bankia, que acabará siendo absorbida por la Caixa. Así que de Bancaja olvídense. La CAM, que según palabras del presidente del Banco de España, Fernández Ordóñez “era lo peor de lo peor” fue intervenida y posteriormente vendida al Banco de Sabadell al precio de un euro. El banco de Valencia ha sido intervenido y será vendido al mejor postor, al precio simbólico de un euro.
Todo esto es consecuencia de la pésima gestión de sus dirigentes políticos, que han convertido a la comunidad en un solar financiero.
El desarrollo económico tampoco es para echar cohetes, pues no está entre las mejores comunidades españolas. Tiene tasas de paro superiores a la media nacional, con un sector industrial en pleno declive. Su renta per cápita es el 89% y con tendencia decreciente. Las denostadas agencias Moody´s y Fitch califican como bono basura los vehículos financieros de la Generalitat, lo cual imposibilita que se pueda financiar.
Su deuda hasta ahora reconocida, supera los 62.000 millones de euros. Han desarrollado una política fiscal insensata, con un apoyo descarado a las clases ricas y debido a la crisis del ladrillo, sus ingresos han caído de forma muy notable. Comprobamos diariamente como no tienen dinero ni para las cuestiones más básicas de funcionamiento.
La Generalitat valenciana fue la primera, que puso en práctica las teorías sanitarias neoliberales, privatizando muchos servicios y gestionando parte de la sanidad pública a través de empresas como Ribera Salud, que al igual que en la Comunidad de Madrid, dan un mal servicio, siendo mucho más caro. Los sueños neoliberales de los políticos del Partido Popular por ustedes elegidos y alabados por Rajoy, ya ven a donde les han llevado.
Dos aspectos quisiera analizar: en primer lugar, un tema que ha sido bandera del PP valenciano, el agua. Su actuación me ha parecido de una demagogia increíble, pero no sólo han sido los populares sino también el PSOE valenciano. El agua es un problema general de toda la cuenca del Mediterráneo y más que lo será debido al cambio climático.
Bajo el lema “Agua para todos” supieron movilizar a la sociedad valenciana. Detrás estaba todo un entramado de intereses económicos bastante ajenos al agua, siendo su tema central el trasvase del Ebro. Este en simplemente irrealizable porque nunca les va a aportar agua ya que no la tiene. A eso hay que añadir su inviabilidad económica y ambiental.
La alternativa al déficit de agua pasa por otros parámetros, como son el desarrollo sostenible de la comunidad y no por urbanizaciones, campos de golf etc. Una mejor utilización de los recursos disponibles con prácticas de ahorro, limpieza y depuración. Desarrollo de los procesos de desalación y el cierre de miles de pozos que se usan de manera ilegal, sacando agua de los acuíferos y la recuperación de los espacios acuáticos y humedales que son los auténticos pulmones del agua.
El segundo aspecto a analizar es la educación valenciana, que está viviendo estos días momentos convulsos ante la falta de inversión pública, debido a las deudas escandalosas a este servicio por parte de la Generalitat. La caída de la inversión educativa en la comunidad en los tres últimos años ronda el 20% muy por encima del resto del Estado. Este recorte lleva camino de ser todavía mayor. Cada vez es menor el porcentaje de dinero por alumno, en 2011, fue de 4.124 euros estando en la media española, pero con un retroceso del 11,8% respecto al año 2009 ¿qué futuro tienen los valencianos si se recorta educación y el I+D+I?
No sé si los valencianos han seguido el juicio a Camps. Yo he sentido vergüenza de que un gobierno regional pueda estar en manos de estos personajes melifluos, donde confunden los intereses públicos con sus intereses privados. Como dice Camps, se siente liberado y exculpado porque sus ciudadanos, en mayo de 2011, le volvieron a votar mayoritariamente. Ha sido tal la impunidad y la chapucería con la que han actuado que resulta difícil de entender.
¿Algún valenciano podría explicar esto de Camps y el Partido Popular y que se le siga votando mayoritariamente, cuando toda la gente sabía que pasaba?
Yo no estoy de acuerdo con la primera expresión del inicio de mi artículo, pero sí que todos los valencianos deben hacer una profunda reflexión de su historia reciente y sacar conclusiones. De todo corazón os deseo lo mejor, en estos tiempos tan difíciles que nos toca vivir.
fuente:NuevaTribuna
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