sábado, 24 de agosto de 2013

EL PÁRROCO DE LAS LETANÍAS (SEVILLA) PREGUNTA POR ESE SILENCIO DE LOS OBISPOS

Ahora, en estos tiempos en los que la crisis llega ya a las cocinas de muchas casas, apretando el estómago de miles de familias, empujando a la exclusión y a la miseria a muchos parados, a muchos niños, a los más vulnerables.... Un silencio se oye:

El silencio hipócrita de los que dicen estar en el corazón de los pobres y, sin embargo, merodean por siglos las faldas del poder: los obispos. Obispos elegidos por un dedo quizás ya fenecido que muestran la crueldad insólita de la insolidaridad real. Indiferencia gélida de corazones insensibles al sufrimiento de los que padecen la injusticia. 

Obispos grandilocuentes que dicen leer todos los días "la palabra de Dios", evocando un personaje que dió su vida por los más humildes, pero que en lo cotidiano desenvuelven su vida entre oropeles y privilegios... Cuánta nausea al ver tanto doble lenguaje...

¿Para cuándo un alegato "cristiano" contra esa trama de corrupciones que azota el país?, pero no en general, sino en concreto, con nombres y apellidos de los que han cobrado sobresueldos, dinero negro, han evadido capitales...

¿Para cuándo una condena nítida, explícita, contra esos capitales, contra esos bancos que sin escrúpulo alguno engañaron a pensionistas con las preferentes, desahuciaron familias con hipotecas abusivas y dejaron en la estacada a pequeños autónomos que estaban dejando el pellejo por sobrevivir?

¿Para cuándo una homilía colectiva por la ética, por la solidaridad, por la defensa de los bienes públicos como la naturaleza, la energía, la educación, la sanidad? 

¿Para cuándo una defensa activa, manifiesta, en la calle y con sotanas, de los derechos que se está secuestrando a la ciudadanía?
¿Para cuándo una posición clara y responsable en favor de los explotados y en contra de los retrocesos violentos que la clase trabajadora está sufriendo con reformas laborales que abaratan el despido y precarizan sus contratos? ¿Para cuándo una acción global, coordinada, insobornable, contra la pobreza y la miseria que los grandes poderes están sembrando en el mundo?

¿Para cuándo un clamor en las parroquias y en las calles por la justicia, la igualdad, la solidaridad, la fraternidad, la libertad, el amor entre todos y para todos...?

Para nunca, hermano, para nunca. Son unos cobardes, han sido unos cobardes y serán unos cobardes...

Merecen ese látigo que sonó en el templo, al expulsar a los mercaderes... os merecéis.
 





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