lunes, 29 de abril de 2013

Día del trabajador que se pone calcetines con los náuticos

...Es lo que votaste, cuando te pusiste los naúticos encima de los calcetines, apecha ahora, hasta las próximas elecciones, si es que para entonces no te han quitado el derecho a votar....
 
Día del trabajador que se pone calcetines con los náuticos
Manolo Martinez
 
El agua no se opone a ninguna vasija, y coge la forma del envase que la contiene.
Y algo así, parece que nos está pasando a los españoles. Está claro, que la vergüenza torera se la llevó Belmonte a la tumba. Te insultan, o calumnian, si pides explicaciones, o sólo denuncias, el atropello, el robo, la ignominiosa actuación a que nos someten los intocables, los que no tienen que presentar cuentas, aunque les cojan, como les han cogido, robando, señores, robando.
 
 En cualquier país civilizado, a esta gentuza, la arrinconan, la marginan, las meten en la cárcel. Aquí, le buscan una salida digna, un trabajo con salario millonario, pero, lejos de la vista de todos los catetos que nos hemos acostumbrado a calzar náuticos con calcetines. Sí, porque, como el agua, nos hemos adaptado a vivir con las reglas de la derecha, aunque tengamos el corazón, y el cerebro, en la izquierda. 
 
Y mire usted, este gazpacho es patético. O te pones náuticos, o te pones calcetines. Dejemos de ser esa maldita agua que coge la forma de la vasija. No pasa nada, ya no, porque exijamos, por ejemplo, una república, los que creamos en ella, o como poco un referéndum para que los españoles, los mismos que pagamos los dispendios de La Casa Irreal, podamos ver que estamos en una verdadera democracia, y que no nos imponen nada, ni siquiera una Monarquía. Que no, que esto no es una falta de respeto, es pedir justicia. Que la falta de respeto es la que, durante siglos, han tenido, y tienen, todos los que viven a costa del trabajo de los demás.
 
No necesitamos a nadie que nos represente, ni que medie, ni que corte cintas, ni que inaugure Paradores. Necesitamos trabajos, gente honrada, honestidad en las altas esferas, y representantes e-le-gi-dos por los que les pagamos, no por los guisantes de Mendel. Es, como si a un empresario privado, le impusieran a los trabajadores que tienen que contratar. ¿Tan difícil de entender es?
 
Vamos del paro a la corrupción, como un oso en una jaula, sin saber dónde acabará esta pesadilla. Decía el humanista José Luís Sampedro, que sólo conocía dos posibles modelos económicos: el que hace más ricos a los ricos, y el que intenta que los pobres sean menos pobres. Por favor, si decidieron ponerse náuticos, quítense los calcetines, que afean, aunque se te llenen los pies de llagas con las subida de impuestos, los ERES, el copago, o te echen del trabajo sin indemnización, después de veinte años. 
 
Es lo que votaste, cuando te pusiste los naúticos encima de los calcetines, apecha ahora, hasta las próximas elecciones, si es que para entonces no te han quitado el derecho a votar.

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