domingo, 17 de abril de 2011

Encarni es mi alcaldesa

MANOLO MARTINEZ

Aún teniendo siempre muy claro, que la izquierda, era mi hogar ideológico, he intentado, por coherencia, no mojarme nunca políticamente, no decantarme por este o aquel nombre, no limitarme bajo el techo de unas siglas. Porque, me siento libre sin estar adscrito a ningún partido, que me imponga una disciplina de voto y de lealtades. Pero, anoche, escuchando a Encarni Milla, sentí la necesidad de, por una vez, comprometerme, de posicionarme al lado de esta mujer que emana fuerza y ganas de hacer cosas. Mi decisión no se aloja en el ondear de banderas, ni en el lógico huracán de emociones que los actos políticos emanan. A Encarni la viste y la desnuda, su palabra.

Decía Machado que en política sólo triunfa quién pone la vela donde sopla el aire.
Encarni lleva años poniendo la vela en el mismo sitio, a favor de los más desfavorecidos, de las injusticias sociales, de los parados, de la libertad. Y me dirán ustedes, pues lo mismo que casi todos los partidos. Pues sí, pero con un pequeño-gran matiz, que ella lidera las reivindicaciones, que sale a la calle, que provoca, alecciona y remueve Roma con Santiago, no se queda en su despacho elaborando titulares.

Tiene Encarni, a mi modesto entender, tres patas que sustentan la veracidad de sus promesas. La primera, su padre político, Sebastian Martín Recio. Llevo años escuchando, a personas de distinto pelaje político, que Carmona tuvo un antes y un después de Sebastian. Este brillante político supo aglutinar a Carmona, y proyectarla a cotas nunca alcanzadas por nuestra ciudad. Y es de justicia reconocérselo. Los años ponen a todos en su sitio, y Sebastian sube peldaños en esta deuda que los carmonenses tenemos con él. Su intachable honradez, que algunos quisieron en su momento mancillar, ha quedado evidenciada, ahora, pasada la marea electoral que le quitó el poder. Sebastian, como Julio Anguita, como Encarni Milla, vive como habla. Es el aval mayor que pueda tener un político. Sigue ahí, con su mismo patrimonio, sus mismos amigos, su mismo discurso. Que se equivocó, pues claro, es Sebastian, no Dios, pero ha sabido asumir sus errores con tanta elegancia, que ha vuelto a dar otra muestra de coherencia. Pasar de ser el número uno en las candidaturas al 21, no es sino otra muestra de su compromiso. Perdió las elecciones y ha estado en su sillón de oposición, al servicio de la nueva número uno, Encarni. ¿Cuántos políticos tienen esa meridiana claridad de convicciones? Me seduce de este tandem su impecable trasvase de poderes. Hoy te apoyo yo, y te doy mi trabajo y mi lealtad incondicional, y mañana eres tú quien hace lo propio. Esos son los políticos que necesitamos.

La segunda pata que pienso debe llevar a esta mujer a la alcaldía, es su equipo.
Porque pecamos, de votar al número uno, sin reparar muchas veces en quienes vienen detrás, al fin y al cabo, un empresario no es nadie sin trabajadores, y en Encarni, ha sabido contratar una buena plantilla. Desde Miguel Rivas, posiblemente el único político carmonense que está implicado personalmente, durante toda su trayectoria como concejal con causas y reivindicaciones justas, en este caso, apoyando al olvidado pueblo saharaui. Y si mañana deja de ser concejal, tengo la convicción, de que seguirá en su lucha contra la opresión de este pueblo. De nuevo la coherencia de Izquierda Unida, hago lo que digo. O caras nuevas, como César, persona comprometida, culta, formada, y con una claridad de ideas y proyectos tan nítida, que si le damos la oportunidad los carmonenses, acabaremos conociendo con toda seguridad a un gran político, aunque difícilmente superará su faceta de buena persona.. Desde Adriana a Mari Angeles Martín, pasando por Raúl, Pepi López, Francisco Javier Belloso, o Francisco Moreno, Izquierda Unida ofrece a Carmona gente con ganas de trabajar, votémosle. Y pasados los cuatro años, premiémosle o echémosle, con nuestro voto. Esto funciona así. Aquí la literatura deja de existir para pasar a la praxis.

La tercera pata en quién debemos apoyarnos para reflexionar nuestro voto, es la propia Encarni. No hace mucho me dijo un conocido empresario de Carmona:

- Yo voy a votar a Encarni, porque sé que antes de ser concejala, y de tener su carrera, Encarni sabe lo que es tener callos en las manos, trabajando duro en el campo.

Que esto lo diga un empresario, que suele, por deformación, barrer para otros lares ideológicos, dice mucho, a favor del propio empresario, y por supuesto de Encarni. Al fin y al cabo, para ser un buen político sólo se necesitan dos cosas: buenas ideas y trabajarlas. Encarni posee ambas cosas. Nunca la hemos visto pasiva en su asiento del Pleno. Tiene una voz clara, fuerte, y se viste de palabras e ideas cada vez que le llega su turno. Rompamos en Carmona una lanza por esta mujer, estoy seguro que nos lo devolverá con creces.

fuente:LaPortadeManoloMartinez

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